AUTORAS: Baldemars, Sonia. Cardoso Paola. Estremera, Gladys. Salvo Carina.
Proyecto preparado para la productora frutihortícola “Cooperativa de Villa Regina”
Investigación y selección de materiales biodegradables para uso alimenticio, orientando la búsqueda hacia sus propiedades físicas.
Materiales biodegradables.
Problemática: las nuevas reglamentaciones de la Comunidad Europea, de las cuales España es miembro, solicita a partir del año próximo la utilización de envases biodegradables para el envasado de frutas. Planteando un desafío a los productores ya que deberán buscar un biólogo, un físico y un químico que puedan presentar un plan de trabajo e investigación para desarrollar y fabricar envases con materiales biodegradables y biocompatibles con el fin de continuar las exportaciones de fruta a España.
Fundamentación.
Con el propósito de atenuar los problemas de la contaminación, se han realizado numerosos estudios para valorar algunos materiales alternativos. En ese sentido, surgió el concepto de plástico biodegradable asociado al uso de materias primas renovables que ofrecen un buen control en el medio ambiente después de diversos usos. Los biopolímeros, como también se llama a esas materias primas, son macromoléculas sintetizadas por procesos biológicos o por vía química a partir de monómeros naturales o idénticos a los artificiales.
El proceso tecnológico más apropiado para la industrialización de los biopolímeros es por extrusión. Este proceso térmico se ha aplicado con éxito en la obtención de diversos materiales manufacturados a base de polímeros de almidón (provenientes de cereales, raíces, tubérculos, etc.) mezclados con otros materiales orgánicos vegetales y animales, lo que ha generado productos termoplásticos, expandidos, texturizados, espumados, acolchados y otros muchos.
Los polímeros naturales también son biodegradables en estado nativo, aunque el ciclo de vida de algunos de ellos es relativamente corto, como en el caso de las ligninas. A manera de ejemplo, podemos citar a los poliosídeos y sus derivados (celulosa, hemicelulosa, almidón, gomas, lignina, quitina, etc.), las proteínas (colágeno, gelatina, y caseína) y el hule natural, todos los cuales se están probando hoy en día en la fabricación de diferentes embalajes y papel.
Por fortuna, en estos momentos diversos investigadores de algunos países están preocupados por evitar la contaminación ambiental y tratan de desarrollar materiales plásticos biodegradables para reducir la basura provocada por los terribles plásticos sintéticos y eliminarlos en un tiempo no muy lejano.
• La Biodegradación.
Producto o elemento orgánico es aquel que está constituido por sustancias procedentes de organismos vivos, ya sean animales o vegetales.
La biodegradación, a la que también se conoce por descomposición, consiste en la destrucción de un elemento orgánico, gracias a la acción de bacterias y otros microorganismos, que transforman la sustancia compleja que lo forma en componentes sencillos, habitualmente presentes en el Medio Ambiente. Como son el Dióxido de Carbono (CO2), Agua (H2O) y Amoniaco (NH3).
Aunque, la mayoría de los elementos presentes en la naturaleza son biodegradables, existe un gran número de sustancias introducidas por el hombre que no lo son, por ejemplo los pesticidas, los metales pesados (mercurio entre otros), los herbicidas, los plásticos, etc. Estos productos tóxicos persistentes entran en las cadenas tróficas o alimentarias de los ecosistemas naturales, desencadenando una acumulación biológica de toxinas peligrosa para la vida.
Algunos materiales biodegradables que existen en el mercado:
Plásticos a partir de polímeros naturales de plantas
El almidón es un polímero natural. Se trata de un tipo de hidrato de carbono constituido por moléculas grandes que la planta sintetiza durante la fotosíntesis y le sirve como reserva de energía. Cereales, como el maíz y tubérculos, como la papa, contienen gran cantidad de almidón.
El almidón puede ser procesado y convertido en plástico, pero como es soluble en agua se ablanda y deforma cuando entra en contacto con la humedad, limitando su uso para algunas aplicaciones. Esto puede ser solucionado modificando químicamente el almidón que se extrae del maíz, trigo o papa. En presencia de microorganismos el almidón es transformado en una molécula más pequeña (un monómero), el ácido láctico. Luego, el ácido láctico es tratado químicamente de manera de formar cadenas o polímeros, los que se unen entre sí para formar un polímero llamado PLA (poliláctido). El PLA puede ser usado para fabricar macetas que se plantan directamente en la tierra y se degradan con el tiempo, y pañales descartables. Se encuentra disponible en el mercado desde 1990 y algunas preparaciones han demostrado ser muy buenas en medicina, en particular, en implantes, suturas y cápsulas de remedios, debido a la capacidad del PLA de disolverse al cabo de un tiempo.
Películas Nature Flex: esta película es transparente, de alto brillo, tiene propiedades antiestáticas, es semipermeable a la humedad y ofrece propiedades anti-vaho, y una barrera eficaz a gases y aromas. Además, este film realza la impresión y las propiedades de deslizamiento controlado, asegurando una conversión más sencilla.
Las películas NatureFlex con base de celulosa, derivadas de pasta de madera renovable, están certificadas para cumplir los estándares de la normativa europea EN13432, así como de la americana ASTM D6400, sobre envasado compostable. La pasta de papel proviene de plantaciones que operan con principios forestales sostenibles (FSC o equivalentes).
La película NatureFlex es también apropiada para el compostaje casero y actualmente se comercializa en espesores de 23 y 30 micras.
Plásticos a partir de bacterias
En respuesta a situaciones de estrés nutricional, muchas bacterias almacenan compuestos que utilizan como fuente de carbón y energía, y que se denominan Polihidroxialcanoatos (PHA). Estos son polímeros que pueden ser procesados en plásticos biodegradables. Una ventaja de esos polímeros es su rápida degradación en el ambiente al compararla con los plásticos sintéticos. Eso se debe a que muchos hongos y bacterias presentes en el ambiente (suelo, agua, aire) pueden utilizar esos polímeros como alimento. Además, estos bioplásticos presentan propiedades fisicoquímicas similares a las de los polímeros utilizados comúnmente, ya que pueden ser moldeados, inyectados y laminados.
Las bacterias pueden producir diferentes tipos de PHA, dependiendo del tipo y cantidad del sustrato (alimento) que se les proporcione. Ello es una gran ventaja, ya que permite a los científicos manipular la producción de PHA, dependiendo del uso que se le vaya a dar al plástico. Por ejemplo, se pueden producir plásticos rígidos o maleables, plásticos resistentes a temperaturas altas, ácidos o bases, plásticos cristalinos, impermeables al oxígeno, y hasta fibras plásticas para suturar heridas o tejidos internos.
Una forma de obtener estos bioplásticos es a partir de células de Azotobacter, una bacteria muy común en los campos argentinos. Para su fabricación se utiliza como sustrato melaza de caña de azúcar, un residuo agroindustrial que resulta barato en relación con otras fuentes carbonadas. Las bacterias se alimentan de esta sustancia orgánica y crecen en fermentadores. Cuando disminuye la cantidad de nitrógeno en los tanques de fermentación (situación de estrés), comienzan a acumular plástico como reserva dentro de su célula, de un modo análogo a como los mamíferos almacenan grasas o los vegetales, como la papa, guarda almidón. A los pocos días de fermentación, producen el equivalente al 80% de su peso seco en plástico (o polímero). Luego, se centrifugan y se rompen para extraer el poliéster.
PHB: se pueden producir por una fermentación limitada en nutrientes de material alimenticio azucarado. Mediante la manipulación del medio de cultivo, se obtiene un copolímero aleatorio que contiene tanto el hidroxivalerato (HV) e hidroxibutirato (HB). El copolímero restante poli-3-hidroxibutirato-CO-3-Hidroxi/valerato (PHB/V) el cual es termoplástico y completamente biodegradable. Mediante el cambio de la relación HV/HB, el copolímero resultante puede fabricarse para que se asemeje bien sea al polipropileno o al polietileno con relación a la flexibilidad, fuerza de tensión y punto de presión.
El polihidroxibutirato (PHB) es fuerte, rígido y quebradizo, pero el contenido de HV mejora la flexibilidad y la dureza. El PHB/V posee una buena resistencia química y a la humedad, posee buenas propiedades como barreras al O2, humedad y aromas.
Los usos que han sido considerados para el PHB/V incluyen botellas de bebidas, cajas de papel cubierto para leches y películas.
Criterios para la selección del material biodegradable
El criterio general para seleccionar un polímero como material biodegradable considera tanto las propiedades mecánicas requeridas como el tiempo de degradación necesario para la aplicación particular.
Propiedades mecánicas: Describen la forma en que un material soporta fuerzas aplicadas, incluyendo fuerzas de tensión, compresión, impacto, cíclicas o de fatiga, o fuerzas a altas temperaturas. A continuación, se definen las que mencionaremos más adelante:
- Tenacidad: Es la propiedad que tienen ciertos materiales de soportar, sin deformarse ni romperse, los esfuerzos bruscos que se les apliquen.
- Elasticidad: Consiste en la capacidad de algunos materiales para recobrar su forma y dimensiones primitivas cuando cesa el esfuerzo que había determinado su deformación.
- Dureza: Es la resistencia que un material opone a la penetración.
- Fragilidad: Un material es frágil cuando se rompe fácilmente por la acción de un choque.
- Plasticidad: Aptitud de algunos materiales sólidos de adquirir deformaciones permanentes, bajo la acción de una presión o fuerza exterior, sin que se produzca rotura.
- Ductibilidad: Considerada una variante de la plasticidad, es la propiedad que poseen ciertos metales para poder estirarse en forma de hilos finos.
- Maleabilidad: Otra variante de la plasticidad, consiste en la posibilidad de transformar algunos metales en láminas delgadas.
Las anteriores propiedades mecánicas se valoran con exactitud mediante ensayos mecánicos:
- Ensayo de tracción: Ofrece una idea aproximada de la tenacidad y elasticidad de un material.
- Ensayos de dureza: Permiten conocer el grado de dureza del material.
- Ensayos al choque: Su práctica permite conocer la fragilidad y tenacidad de un material.
- Ensayos tecnológicos: Ponen de manifiesto las características de plasticidad que posee un material para proceder a su forja, doblado, embutido, etc.
Propiedades físicas: Dependen de la estructura y procesamiento del material. Describen características como color, conductividad eléctrica o térmica, magnetismo y comportamiento óptico, generalmente no se alteran por fuerza que actúan sobre el material. Pueden dividirse en: eléctricas, magnéticas y ópticas:
Propiedades eléctricas: Describen el comportamiento eléctrico del metal, el cual en muchas ocasiones es más crítico que su comportamiento mecánico. Existe también el comportamiento dieléctrico, propio de los materiales que impiden el flujo de corriente eléctrica, que va más allá de simplemente proporcionar aislamiento.
Los electrones son los portadores de carga en los materiales conductores, semiconductores y muchos de los aislantes; en los compuestos iónicos son los iones quienes transportan la mayor parte de la carga. La movilidad de los portadores depende de los enlaces atómicos, de las imperfecciones de la red, de la microestructura y, en los compuestos iónicos, de las velocidades de difusión.
La aplicación de un campo magnético genera la formación y el movimiento de dipolos contenidos en el material. Estos dipolos son átomos o grupos de átomos que tienen carga desequilibrada. Dentro de un campo eléctrico aplicado los dipolos se alinean causando polarización. Existen cuatro mecanismos de polarización:
- Polarización electrónica. Consiste en la concentración de los electrones en el lado del núcleo más cercano al extremo positivo del campo. Esto implica una distorsión del arreglo electrónico, en la que el átomo actúa como un dipolo temporal inducido. Este efecto, que ocurre en todos los materiales es pequeño y temporal.
- Polarización iónica. Los enlaces iónicos tienden a deformarse elásticamente cuando se colocan en un campo eléctrico. En consecuencia la carga se redistribuye minúsculamente dentro del material. Los cationes y aniones se acercan o se alejan dependiendo de la dirección de campo. Estos dipolos temporalmente inducidos causan polarización y también pueden modificar las dimensiones generales del material.
- Polarización molecular. Algunos materiales contienen dipolos naturales, que, al aplicárseles un campo giran, hasta alinearse con él. En algunos materiales, como el titanato de bario, los dipolos se mantienen alineados a pesar de haberse eliminado la influencia del campo externo.
Anteriormente, al hablar de polarización iónica, mencionamos la posibilidad de que hubiera modificación de las dimensiones del material. Este efecto se conoce como electrostricción, además de darse por cambios en la longitud de los enlaces entre iones, puede ser resultado de la actuación de los átomos como partículas en forma oval en vez de esférica o por distorsión debida a la orientación de los dipolos permanentes del material
Sin embargo, existen materiales que muestran una propiedad adicional: cuando se les impone un cambio dimensional, ocurre polarización, lo que crea un voltaje o un campo. Los materiales que presentan este comportamiento son piezoeléctricos.
Cuando se encuentran entre capas de material conductor, los materiales dieléctricos que se polarizan son capaces de almacenar cargas, esta propiedad se describe mediante:
- Constante dieléctrica, que es la relación de la permisividad del material con la permisividad en el vacío.
- Resistencia dieléctrica. Es el campo dieléctrico máximo que puede mantener un material entre conductores.
La presencia de polarización en un material después de que se retira el campo eléctrico se puede explicar en función de una alineación residual de dipolos permanentes. Esto sucede de la siguiente forma: se toma un cristal cuyos dipolos se encuentran orientados de forma aleatoria, de forma que no hay polarización neta; al aplicar un campo, los dipolos comienzan a alinearse con dicho campo; finalmente, el campo alinea todos los dipolos y se obtiene la polarización máxima o de saturación; cuando posteriormente se retira el campo, queda una polarización remanente, debida al acoplamiento de dipolos y el material ha quedado permanentemente polarizado. Los materiales que retienen una polarización neta, una vez retirado el campo se conocen como ferroeléctricos.
Para que el material dieléctrico almacene energía, se debe impedir que los portadores de carga como iones y electrones se muevan de un conductor a otro a través de él, en consecuencia, los materiales dieléctricos tienen siempre una alta resistividad eléctrica.
Materiales utilizados para aislar el campo eléctrico deben poseer alta resistividad eléctrica, alta resistencia dieléctrica y un bajo factor de pérdida. Sin embargo, una constante dieléctrica alta no es necesaria e incluso puede llegar a ser indeseable. Una constante dieléctrica pequeña impide la polarización, por lo que no se almacena carga localmente en el aislante.
Esto es lo esencial respecto a las propiedades eléctrico de los materiales. En nuestra próxima entrega, estudiaremos las propiedades magnéticas.
Propiedades magnéticas: El comportamiento magnético esta determinado por las interacciones entre dipolos magnéticos, estos dipolos a su vez están dados por la estructura electrónica del material. Por lo tanto, al modificar la microestructura, la composición o el procesamiento se pueden alterar las propiedades magnéticas.
Los conceptos que definen los efectos de un campo magnético en un material son:
Concepto Definición
Momento magnético. Intensidad de campo magnético asociado con el electrón.
Permeabilidad magnética. El material amplifica o debilita el efecto del campo magnético.
Magnetización. Representa el incremento en la inducción magnética debida al material del núcleo.
Susceptibilidad magnética. Es la relación entre la magnetización y el campo aplicado, proporciona la amplificación dada por el material.
Así, cuando se acerca un campo magnético a un conjunto de átomos es posible observar diversas reacciones:
- Diamagnetismo: El campo magnético influye en los momentos magnéticos de los electrones dentro del átomo y produce un dipolo para todo los átomos. Estos dipolos se oponen al campo magnético, haciendo que la magnetización sea menor a cero.
- Paramagnetismo: Debido a la existencia de electrones no apareados, a cada átomo se le asocia un momento magnético neto, causado por el giro de los electrones. Cuando se aplica un campo magnético, los dipolos se alinean con él, resultando una magnetización positiva. Pero, dado que los dipolos no interactúan, para alinearlos se requieren campos magnéticos extremadamente grandes. Además, en cuanto se elimina el campo, el efecto se pierde.
- Ferromagnetismo: Es causado por los niveles de energía parcialmente ocupados del nivel 3d del hierro, el níquel y el cobalto. Consiste en la fácil alineación de los dipolos permanente no apareado con el campo magnético aplicado, debido a la interacción de intercambio o al refuerzo mutuo de los dipolos. Esto significa que aún con campos magnéticos pequeños se obtienen magnetizaciones importantes, con permeabilidad relativa de hasta 106.
- Antiferromagnetismo: Los momentos magnéticos producidos en dipolos vecinos se alinean en el campo magnético oponiéndose unos a otros, aún cuando la intensidad de cada dipolo sea muy alta. Esto produce una magnetización nula.
- Ferrimagnetismo: Se da principalmente en materiales cerámicos, donde diferentes iones crean momentos magnéticos distintos, causando que, en un campo magnético los dipolos de ion A pueden alinearse con el campo, en tanto que los dipolos del ion B pueden oponérsele. Como las intensidades de los dipolos son distintas, el resultado será una magnetización neta. Así, los materiales con este tipo de comportamiento pueden dar una buena intensificación del campo aplicado.
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Propiedades ópticas: Se relacionan con la interrelación entre un material y las radiaciones electromagnéticas en forma de ondas o partículas de energía, conocidas como fotones. Estas radiaciones pueden tener características que entren en nuestro espectro de luz visible, o ser invisibles para el ojo humano. Esta interacción produce una diversidad de efectos, como absorción, transmisión, reflexión, refracción y un comportamiento electrónico.
Fenómenos Ópticos. Al interactuar con la estructura electrónica o cristalina de un material, los fotones de una fuente externa crean varios fenómenos ópticos. Si los fotones incidentes interactúan con los electrones de valencia pueden ocurrir varias cosas: los fotones ceden energía al material, en cuyo caso hay absorción; o puede ser que cuando los fotones aportan energía, de inmediato el material emite electrones de idéntica energía, de forma que se produce reflexión. También puede que los fotones no interactúen con la estructura electrónica del material, en ese caso ocurre la transmisión. En cualquiera de estos tres casos, la velocidad de los fotones cambia; este cambio propicia la refracción.
Un rayo incidente de intensidad I0 parcialmente puede reflejarse, absorberse y transmitirse. Esta intensidad I0 se puede expresar como:
I0 = Ir + Ia + It
Donde Ir es la porción reflejada, Ia es la parte absorbida e It es la porción transmitida a través del material. Determinar el comportamiento de los fotones respecto al material es necesario conocer varios factores internos de este, particularmente la energía requerida para excitar un electrón hacia un estado de energía más elevado.
Ahora examinaremos cada uno de estos cuatro fenómenos:
- Refracción. Cuando un fotón es transmitido provoca la polarización de electrones en el material y, al interactuar con el material polarizado, pierde parte de su energía. La velocidad de la luz se puede relacionar con la facilidad con la cual un material se polariza tanto eléctricamente (permisividad) como magnéticamente (permeabilidad).
Sin embargo, los materiales ópticos no son magnéticos, por tanto la permeabilidad puede no tomarse en cuenta.
Dado que la velocidad de los fotones disminuye, cuando el haz entra al material cambia de dirección. Suponiendo que un haz de fotones viaja en el vacío e incide sobre un material, a y b son los ángulos que los haces incidentes y refractados tienen con el plano de la superficie del material, entonces:
n = c = l vacío= sen a
v l sen b
La relación es el índice de refracción, c es la velocidad de la luz en el vacío y v la velocidad de la luz dentro del material. Si los fotones viajan en el material 1 y de ahí pasan al material 2, las velocidades de los haces incidentes y refractados dependen de la relación entre sus índices de refracción.
v1 = n1 = sen a
v2 n2 sen b
Con la última expresión de esta igualdad podemos determinar si el haz será transmitido como un haz refractado o si se reflejará. Si el ángulo b es igual a 90°, el haz que viajaba a través del material se refleja.
Cuando el material ser polariza fácilmente habrá más interacción de fotones con la estructura electrónica del mismo. Entonces, es de esperarse una relación entre el índice de refracción y la constante dieléctrica del material.
- Reflexión. Cuando un haz de fotones golpea un material, éstos interactúan con los electrones de valencia y ceden su energía. Cuando las bandas de valencia no están totalmente ocupadas, cualquier radiación, de casi cualquier longitud de onda, excita a los electrones hacia niveles superiores de energía. Podría esperarse que, si los fotones son totalmente absorbidos, no se reflejara luz y el material aparecería de color negro. Sin embargo, cuando fotones de longitud casi idéntica vuelven a ser emitidos, mientras que los electrones excitados regresan a sus niveles inferiores de energía, ocurre la reflexión. Dado que la totalidad del espectro visible se refleja, los materiales con esta propiedad tienen un color blanco o plateado (en los metales).La reflectividad R da la fracción del haz incidente que se refleja y está relacionada con el índice de refracción. Si el material esta en el vacío o en el aire:
R= n-1
n+1
Si el material está en algún otro medio, con un índice de refracción ni entonces:
R= n- ni
n+ni
Los materiales con alto índice de refracción tienen mayor reflectividad que aquellos cuyo índice es bajo. La reflectividad y el índice de refracción varían con la longitud de onda de los fotones.
- Absorción. La porción de haz incidente que no es reflejada por el material es absorbida o transmitida a través del mismo. La fracción de luz absorbida está relacionada con el espesor del material y la forma en la cual los fotones interactúan con su estructura. La intensidad del haz, después de pasar a través del material, está dada por:
I = I0 exp (-m x)
Donde x es la trayectoria a través de la cual se mueven los fotones (por lo general, el espesor del material), m es el coeficiente lineal de absorción del material para los fotones, I0 es la intensidad del haz, después de reflejarse en la superficie delantera, e I es la intensidad del haz cuando llega a la superficie trasera.
La absorción ocurre debido a varios mecanismos. En la dispersión de Raleigh, el fotón interactúa con electrones en órbita y sufre una deflexión sin cambios de energía; este resultado es más significativo para átomos con alto número atómico y para fotones de baja energía. La dispersión Compton es causada por la interacción entre electrones en órbita y fotones; así, el electrón es expulsado del átomo y, por tanto, consume parte de la energía del fotón. De nuevo, átomos con números atómicos más altos y energías de fotón menores causan mayor dispersión. El efecto fotoeléctrico se presentará cuando a la energía del fotón se consuma al romperse la unión entre el electrón y su núcleo. Conforme la energía del fotón aumenta (reduciendo la longitud de onda), ocurrirá menos absorción, hasta que el fotón tenga una energía igual a la de la unión. A este nivel de energía, el coeficiente de absorción se incrementa de manera significativa. La energía o longitud de onda a la que esto ocurre se conoce como margen de absorción. Cuando los fotones no interactúan con imperfecciones de la materia, se dice que éste es transparente. Éste es el caso del vidrio, cerámicos cristalinos de alta pureza y de polímeros amorfos como acrílicos, policarbonatos y polisulfones.
- Transmisión. La fracción del haz que no ha sido reflejada ni absorbida se transmite a través del material. Podemos determinar la fracción del haz que se ha transmitido por medio de la siguiente ecuación.
It= I0 (1- R)2 exp (-m x)
De nuevo observamos que la intensidad del haz transmitido dependerá de la longitud de onda de los fotones dentro del haz. Si sobre un material incide un haz de luz blanca y se absorben, se reflejan y se transmiten fracciones equivalentes de fotones con longitudes de onda diferentes, el haz transmitido también será de luz blanca. Pero, si los fotones de longitud de onda más larga son absorbidos en mayor proporción que los de longitud de onda más corta, la luz transmitida aparecerá del color de la longitud de onda corta cuya absorción haya sido menor. La transparencia no es otra cosa que la transmisión íntegra de los haces de luz que inciden sobre el material y la intensidad del haz también depende de características microestructurales.
Cuando cualquiera de estos tres fenómenos ópticos se da de forma que solo fotones con un intervalo específico de longitud de onda son absorbidos, reflejados o transmitidos, se producen propiedades ópticas poco comunes, que se traducen en cambios de color (policromía), colores característicos (como el rojo del láser de rubí dopado), etc.
Tiempo de degradación
La degradación de un plástico puede definirse como un cambio en su estructura química que conlleva a una modificación de sus propiedades. Actualmente se aceptan cinco mecanismos básicos de degradación que pueden interactuar entre si produciendo un efecto sinergético.
-fotodegradación
-oxidación mediante aditivos químicos
-degradación térmica
-degradación mecánica
-degradación mediante microorganismo (hongos, bacterias y algas)
Otros aspectos a tener en cuenta al elegir un material para uso alimenticio.
Un envase plástico para alimentos es apto sanitariamente cuando:
- Está fabricado con polímeros y aditivos que están incluidos en listas positivas, que son enumeraciones taxativas de las sustancias que han probado ser fisiológicamente inocuas en ensayos toxicológicos con animales, cuyo uso está autorizado para la fabricación de materiales plásticos en contacto con alimentos, y que figuran en las principales legislaciones sobre aptitud sanitaria de materiales en contacto con alimentos (Código Alimentario Argentino, MERCOSUR, Unión Europea, FDA (Food and Drug Administration)-USA, etc.).
- Cumple el límite de migración total. La migración es la transferencia de componentes no poliméricos desde el plástico hacia el alimento o sus simulantes, en condiciones reales de elaboración, almacenamiento y uso del producto, o en las condiciones equivalentes de ensayo en laboratorio. La migración total o global cuantifica la masa de todos los componentes no poliméricos transferidos.
- Cumple el o los límites de migración específica. La migración específica cuantifica la masa de un componente (monómeros, aditivos o metales pesados) de especial interés toxicológico, transferida desde el material plástico a los alimentos o sus simulantes.
- Cumple el o los límites de composición, que son las máximas cantidades de componentes de los plásticos (básicamente monómeros, aditivos y metales pesados) permitidas en la masa de los mismos.
- No produce una variación inaceptable de los caracteres sensoriales del producto que contiene.
CONCLUSIÓN:
Teniendo en cuenta las propiedades físicas, mecánicas, las disposiciones del Código Alimentario Argentino y el tipo de degradación consideramos que el material biodegradable y biocompatible más apto para el envasado de frutas es el Polihidroxialcanoatos (PHA).
Algunas recomendaciones finales
Es preferible adquirir alimentos que tengan envases de materiales que sean fáciles de reciclar y que proporcionen al alimento una vida larga de anaquel.
Es importante leer en las etiquetas de los envases y empaques las condiciones en las cuales debe ser almacenado el alimento y las temperaturas aptas para una mejor conservación del mismo, según el tipo de material con el que se ha fabricado su envoltura.
Se debe buscar materiales como el aluminio y el plástico en los envases de alimentos que van a ser sometidos a congelación ya que conservan mejor sus propiedades naturales por más tiempo.
Hay que preferir todos aquellos alimentos en los cuales el empaque y envase contengan etiquetas con información acerca del producto y su composición nutricional.
Es necesario considerar el grave problema ecológico que causan a la naturaleza algunos materiales de los envases, embalajes y empaques para que así nosotros, como consumidores, no contribuyamos más al deterioro de nuestro medio ambiente y seamos capaces de reciclar todos aquellos materiales empleados en la gran industria del envase.
Es preciso apoyar la investigación que se lleve a cabo con la intención de obtener productos plásticos biodegradables, y evitar así la basura generada por los plásticos obtenidos de los derivados del petróleo.
BIBLIOGRAFIA
http://www.elempaque.com/ee/secciones/EE/ES/MAIN/N/NOTICIAS1/doc_52642_HTML.html?idDocumento=52642GRAFIA
http://materiales.eia.edu.co/ciencia%20de%20los%20materiales/articulo-matreiales%20biodegradables.htm
http://www.inti.gov.ar/hilo/h9/h9-1.php
http://www.mailxmail.com/curso/excelencia/cienciamateriales/capitulo1.htm
http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol17num2/articulos/clima/index.htm
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